viernes, 5 de agosto de 2011

¿El gran foro o una periquera?

La primera vez que me acerqué a él lo hice con mucha precaución, no sabía si al llegar descubriría rápidamente mis secretos o mi vida íntima o ¡qué sé yo! Por eso, un día le decía solo una pequeña frase, al otro día y al ver la respuesta me emocionaba y escribía un poco más. No precisaba mis detalles, mis datos ni mis coordenadas, esto era una nueva experiencia.
Transcurrían así nuestros primeros encuentros, cada vez que me acercaba sabía que algo tenía que decir. Debía exigirme mis mejores frases para que la respuesta fuera certera, adecuada, más bien oportuna, diría yo. Más de una vez he llegado allí, a él, sin hablar, solo observo en silencio. Y es que el silencio minimiza las angustias y te hace descansar de las exigencias de una conversación, un tema, un punto de vista.
Así pasaron semanas, meses y ya casi 3 años y aún sigo allí, recurrente cada mañana. Cada vez que me adentro a su mundo tengo una vida paralela, quiero seguir hablando y comunicándole injusticias. Me escapo, huyo de una realidad y entro en otra distinta y lo que la hace diferente es que esta la construyo yo, le pongo mis propias imágenes y selecciono las que quiero ver, es como diseñar tu propia ciudad.
Me siento solita, lo miro, lo leo, pero no profundizo. Es como dice la canción « un mundo raro», es un mundo distinto, él es otro mundo. Me parece un poco injusto convertirlo en el muro de mis lamentos, pero creo que haberlo encontrado y sin adoración ninguna, ha sido maravilloso, a pesar de tantas opiniones encontradas es objeto de estudio, de investigaciones, de opiniones.
Desde la primera vez, sentí en sus letras, algo divino que me atrapaba y me fundía en un espacio muy pequeño, que me ponía límites y a la vez me daba una inmensa libertad. ¡Qué contradictorio parecía aquello!
Todos los días hablamos del deterioro, de la ciudad, de la infamia, de las mentiras, de la agonía, de la muerte, hay chistes, infidelidades y piropos que ya no se dicen en la calle. Una cosa pareciera sinónimo de la otra. Me extravío entre tantas opiniones, hay amigos que me retoman.  Las cosas más hermosas allí no terminan en un abrazo, simplemente se manifiestan en una recomendación de amistad.
¡Cómo ha cambiado la vida!  
Ese es un gran foro, dice alguien, otro lo bautiza como la pajarera o una simple periquera y hay quien dice de él que es un cuadrilátero que te hace mover como si fueras el Cassius Clay de las frases cortas, para lograr que en tan solo 140 caracteres puedas alcanzar más seguidores, esa es la meta, no sé si la única, porque egipcios, iraníes, libios y otros gentilicios han convertido esas letras en lucha, las han transformado para hacer cambios, para tejer una red sin límites, igual en Paris que en Caracas, Praga o Higuerote, Catia, México, Los Roques o Brusselas. Allí se abren todas las ventanas, todas las puertas, todos los espacios. Nos encontramos para hablar de libertad, para parecer contestatarios. Tal vez porque al escribir nos ausentamos un poco de la realidad e inventamos una mejor. A veces creo que allí, en ese pedacito y en apenas 140 caracteres escondo la nostalgia.